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Transcription translated in English:
UFO Chile, January 1968
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THE CHILE CASES OF 1967
(Case 7 continuation)
A commotion caused by the possible fall of an airplane or other strange phenomenon occurred inside Baquedano, mobilizing the FACH [Chilean Air Force], the Carabinieri and the journalists. Radio stations in the capital began shortly after midday to announce the fall of an unknown machine that was on fire inside Antofagasta in the region near Lomas Bayas.
A growing rumor was formed in Baquedano station and had as a starting point: the driver of train number two and the ferry manager Juan Pira, travelers from Calera to Iquique, who said they saw at dawn a burning plane falling towards the Lomas Bayas area. Alberto López, the machinist, gave this information which caused the national alarm about the case.
The FACH - the Chilean Air Force - began a reconnaissance flight at 03:00 p.m. on B-26 aircraft, which overflew the Baquedano area at Lomas Bayas intensively and at low altitude, with little results. Shortly after, the Carabiniers ordered a patrol, which was led by Eleodoro Concha Barrienros.
The reporters of "El Norte" tell in great detail the prolonged search for something that is not yet clear.
At the police checkpoint, it was stated that 20 minutes ago, left for Lomas Bayas, 45 kilometers east of Baquedano, a jeep with a patrol under the command of the Commissioner, Maj. Eleodoro Concha. Journalists also arrived at night in Lomas Bayas with the Carabiniers. Lomas Bayas is a mining camp and its population is about sixty people. Major Concha interviewed several mine workers and some of them, fearing involvement in something illegal, denied seeing anything. There was a driver, Honorare Bautista, who, in the morning, had spoken with a child who told him that he had seen a plane crash at five in the morning.
Back at the checkpoint in Baquedano, the 12-year-old child Ruperto Larrondo Ramirez said, "The driver of the truck, Mr. Honorato, asked me in the morning if I knew anything about the plane who had fallen on fire and I said no, but he said that at half-past five in the morning he had seen it and he was not talking to anyone about it, he said the same thing to Miss Irene Gomez, when she left school, he took me in the truck to the house."
He had finished interrogating the little Ruperto Larrondo, when a policeman came with the assistant machinist, Juan Segundo Pereira Chayle, the answer to the question was "Yes, I saw at 5:15 a.m. when I was in train 9007, a big glow, a green light in the center and red on the sides, it made a long trip until it was lost in the middle of the hills, I could not say if it was a meteorite, it was too big to be an electric storm, I travel a lot for Socompa and I'm used to seeing that kind of thing, it was something different, strange, I do not do not know if it was a burning plane falling, or a flying saucer."
He went on to explain that the Diesel locomotive engineer accompanying him had not noticed it because he was working on the right side. "I saw this glow to the left side of the locomotive, that is, to the west, two kilometers north of Baquedano, by the railway."
Back at Baquedano station at 11:30, Pereira expressed
Transcription in Spanish:
UFO Chile, Enero de 1968
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CASOS CHILENOS DE 1967
(Continuación Caso N° 7)
Conmoción causó la posible caída de un avión u otro extraño fenómeno ocurrido al interior de Baquedano, movilizando a la FACH, Carabineros y periodistas. Las radios de la capital comenzaron, poco después de mediodía, a propalar la caída de un aparato desconocido en el interior de Antofagasta, que se vio en llamas en la zona cercana a Lomas Bayas.
Un rumor creciente se formó en la Estación Baquedano y aparecieron los primeros antecedentes: el maquinista del tren número dos y el fogonero Juan Pira, en viaje de Calera a Iquique, dijeron haber visto en la madrugada un avión en llamas que caía hacia la zona de Lomas Bayas. Alberto López, el maquinista, dio esta información que provocó alarma nacional en torno al caso.
FACH - Fuerza Aérea de Chile - inició un vuelo de reconocimiento a las 15 horas en aviones B 26, que sobrevolaron intensamente y a baja altura la zona desde Baquedano a Lomas Bayas, sin mayores resultados. Poco después, Carabineros ordenaba un patrullaje, el que estuvo a cargo del mayor Eleodoro Concha Barrienros.
Los reporteros de «El Norte» les cuentan en sus menores detalles la prolongada búsqueda de algo que aún no está claro.
En el retén de Carabineros se informó que hacían 20 minutos había salido hacia Lomas Bayas, a 45 kilómetros al este de Baquedano, un jeep con una patrulla al mando del Comisario, mayor Eleodoro Concha. Los periodistas llegaron también de noche a Lomas Bayas junto con los Carabineros. Lomas Bayas es un campamento minero y su población es de unas sesenta personas. El mayor Concha interrogó a varios mineros y algunos de ellos, con temor por estimar que podían estar implicados en algo ilícito negaron haber visto nada. Allí se encontraba un chofer, Honorare Bautista, quien, en la mañana había conversado con un niño y le había contado que había visto caer como un avión a las cinco de la mañana.
De vuelta en el retén de Baquedano, el niño Ruperto Larrondo Ramírez, de 12 años declaró: "el chofer del camión, señor Honorato, me preguntó en la mañana si sabía algo del avión que cayó incendiado. Le dije que nó; pero él contó que a las 5.30 de la mañana lo había visto Y que no le dijera a nadie. Lo mismo le dijo a la señorita Irene Gómez, a la salida de la escuela. El me llevaba en el camión a la casa.
Se terminaba de interrogar al pequeño Ruperto Larrondo, cuando un carabinero llegó con el ayudante de maquinista, Juan Segundo Pereira Chayle, La respuesta al interrogatorio fue: "Efecctivamente, yo ví a las 5 y 15 de la madrugada cuando iba en el tren 9007 a Miraje, un resplandor grande, de una luz verde en el centro y rojiza a los lados. Hizo un largo recorrido hasta que se perdió en medio de los cerros. No podía decir si era un aerolito. Era demasiado grande para que lo fuera. Tampoco era efecto de una tempestad eléctrica. Yo viajo mucho para Socompa y estoy acostumbrado a ver este tipo de fenómeno. Esto era algo distinto, extraño, no sé si un avión que caía envuelto en llamas o un platillo volador".
Explicó después que él maquinista de la locomotora Diesel, que lo acompañaba, no lo notó porque iba trabajando hacia él costado derecho. «Ese resplandor lo ví hacia el costado izquierdo de la locomotora, es decir hacia el oeste, a dos kilómetros al norte de Baquedano, por la vía férrea".
Al regresar a la Estación Baquedano, a las 11.30 horas, Pereira expresó